“Un auténtico desprecio”. Es lo que ve Vox en la falta de decoración navideña en el Parlamento de Andalucía, según un escrito que ha remitido a la Presidenta de la Cámara, Marta Bosquet. En el documento, la formación dirigida por Alejandro Hernández expresa su “sorpresa” porque la sede del legislativo autonómico no tiene ningún “símbolo, adorno o decoración” que recuerde la celebración de la Navidad.
La misiva lleva la firma de los 11 diputados del grupo y admite que “la sorpresa es aún mayor” cuando durante todo el año “se celebran toda clase de días y conmemoraciones con su simbología”. Aunque no cita ninguno, el documento se refiere así a jornadas como el Día del Pueblo Gitano o el Orgullo LGTB, cuando suelen colocarse sus banderas representativas; o el Día Mundial del Cáncer de Mama o el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia de Género, cuando la fachada del antiguo hospital se ilumina en rosa y morado, respectivamente.
Según Vox, algunas de estas conmemoraciones “no tienen ni mucho menos el respaldo y el arraigo que tiene la Navidad” entre los andaluces. “Esto supone un auténtico desprecio a las tradiciones y sensibilidades de una inmensa mayoría de andaluces, que ven cómo su cultura, tradiciones y religión quedan expulsadas del espacio público”.
La formación de Santiago Abascal considera que se trata de una práctica iniciada por los presidentes anteriores del Parlamento, todos del PSOE salvo Diego Valderas, de IU. Lo cierto es que el único cambio decorativo que se aprecia en la Cámara es el cambio en la jardinería, ya que en esta época se plantan flores de pascua en los parterres. Además, hace ya más de un lustro que los diputados no entonan los tradicionales villancicos flamencos en el último Pleno del año, el de la aprobación de los Presupuestos.
Para Vox, la “necesaria aconfesionalidad” de las instituciones no es incompatible con la conmemoración del “nacimiento del Hijo de Dios” para los católicos, un “acontecimiento clave” para la “civilización occidental”. Por ese motivo, el partido pide al Parlamento “que atienda el sentir de una mayoría de ciudadanos que vive y celebra la Navidad, que además forma parte de la cultura y tradición cristiana y, por tanto, española”