Números muy por debajo de las expectativas. Así resumen los representantes de los trabajadores sanitarios el ritmo de la vacunación contra el coronavirus en la provincia de Sevilla. Una campaña que, según los sindicatos, y, pese a haber empezado hace ya casi 15 días, sigue sin tener cubierta la mayor parte de los profesionales de primera línea frente al Covid.

“En Sevilla faltan enfermeros y equipos vacunando, pero, sobre todo, es necesaria una planificación adecuada. Hay mucha improvisación y falta de información y transparencia”, afirma tajante la secretaria provincial del sindicato de Enfermería, Satse, en Sevilla, Reyes Zabala, que pone voz a la preocupación que en estos días se vive en determinados sectores sanitarios. “A la población se le está vendiendo que la vacunación es la solución a la pandemia, pero lo será cuando la vacuna se esté administrando al ritmo que tendría que hacerlo. Me sorprende que 15 días después de tener la solución para evitar el contagio de los profesionales sanitarios haya todavía compañeros de primera línea –UCI, Urgencias y plantas Covid– sin vacunar y muchos de ellos nos están llamando preocupados. Si tenemos en cuenta que en Sevilla hay una población de 1,97 millones de habitantes, a este ritmo, hacen falta años para inmunizar a la provincia“, advierte la portavoz.



Sevilla cuenta con 31 equipos de vacunación de los que, según Satse, sólo funcionan 24

Una falta de planificación en la que también coincide la vicepresidenta del Colegio de Enfermería de Sevilla, Pilar Cordero, que, además, trabaja en un centro de salud de la provincia. Para ella, el ritmo de los equipos actuales de vacunación “es frenético”, sin embargo, considera que “donde hay déficit es en la organización y planificación”, sobre todo, por la histórica carencia de enfermeros en Andalucía. “Tenemos que tener en cuenta que la ratio en la comunidad andaluza es muy deficitaria y creo que esa falta de enfermeros es la que puede hacer que el ritmo no sea el adecuado. Pero por eso mismo no podemos compararnos con otras comunidades”, destaca.

La sanitaria se muestra optimista y considera viable alcanzar la inmunidad de rebaño de aquí al verano. “Tengo la sensación de que se ha empezado bien, a ritmo frenético, teniendo en cuenta nuestras deficiencias”, insiste al tiempo que reclama una “necesaria campaña de concienciación” para una ciudadanía entre la que, asegura, “hay un preocupante porcentaje reacio a vacunarse por miedo”.

Según coinciden tanto desde el Colegio de Enfermería como desde Satse, las vacunas han llegado, pero se requieren refuerzos. Una cuestión por la que se apunta a que la población que debía recibir la dosis en esta primera fase estaría infravacunada. 

Sevilla cuenta con 31 equipos de vacunación con una media de tres integrantes cada uno de los que, según aseguran en Satse, en la actualidad están vacunando 24 de ellos, sólo uno por hospital. No obstante, el sindicato urge a que “como mínimo se dupliquen esos grupos de inmunización porque advierte que de lo contrario “serán necesarios meses” sólo para poner la vacuna al personal de los centros sanitarios. “No puede ser que en hospitales de referencia como Virgen del Rocío y Virgen Macarena, con grandes unidades Covid y UCI, el ritmo actual sea de 100 y 75 vacunas a profesionales por día, respectivamente. ¿Cuánto tiempo hace falta para vacunarlos a todos teniendo en cuenta que tienen 8.000 y 5.000 profesionales cada uno y que son necesarias dos dosis?”, se pregunta, asegurando que “no se está vacunando ni sábados, ni domingos, ni festivos”.

Según los datos que maneja el sindicato, el mejor ritmo de inoculación de vacunas entre los sanitarios de la provincia se da en el área de Osuna, donde se estaría vacunando a una media de 85 profesionales al día y donde se han superado ya unas 500 vacunas entre una plantilla que apenas supera los 2.000 trabajadores. También en Atención Primaria está siendo más ágil la vacunación. En los distritos Aljarafe y Norte ya se ha concluido la inoculación a residentes y trabajadores sociosanitarios, a excepción de cuatro centros del Aljarafe donde hay brotes y hay que esperar, y la media de inoculación ha sido de 200 profesionales al día. En el distrito Sevilla se habrían vacunado ya más de 700 sanitarios y está previsto acabar con las residencias esta misma semana. El sindicato no tiene datos sobre la situación el el Área Sanitaria Sur y el Hospital de Valme.

Unos datos, extraídos por los profesionales, y que para nada coincidirían con las cifras oficiales proporcionadas ayer por el Servicio Andaluz de Salud (SAS) que contabilizan un total de 15.554 dosis administradas en la provincia sevillana desde el pasado 27 de diciembre. “No podemos compartir esos datos según la información que nosotros mismos hemos conseguido en los centros”, remarca Zabala.En cualquier caso, el sindicato destaca el “inexplicable comportamiento poco homogéneo”, entre unas zonas sanitarias y otras y advierten de la “previsible paralización de la vacunación” cuando, pasados 21 días, se tengan que inyectar las segundas dosis a los ya vacunados. “O se duplican los equipos o se tendrá que paralizar el avance de la vacunación. No hay otra”, añade.

El Sindicato Médico de Sevilla alerta de retrasos por pasos burocráticos en el proceso de inoculación

En este sentido, y en contra de lo que sostiene la Consejería de Salud de que el ritmo de inoculación es lento por la falta de dosis, Satse asegura que lo que escasea es el personal. “Es prioritario incrementar el ritmo de vacunación con una campaña segura y ágil con las suficientes enfermeras. No se han contratado equipos por la vacunación y son los mismos profesionales los que están asumiendo una mayor carga de trabajo. El resultado es una sobrecarga de enfermeras, coordinadores y enfermeras de enlace en Atención Primaria, así como del trabajo de enfermeras del servicio de preventiva de los hospitales”, denuncia la portavoz sindical.Para el presidente del Sindicato Médico de Sevilla, Rafael Ojeda, el “oscurantismo” alrededor de la campaña de vacunación denunciado por Satse “vuelve a dejar sin información oficial detallada a los representantes sindicales”. “Aunque nos consta extraoficialmente que en algunos centros va a buen ritmo, sobre todo en primaria, la información que se nos proporciona deja mucho que desear”, afirma Ojeda.

Sobre el ritmo de vacunación, el profesional explica que poner una vacuna no es sólo un pinchazo sino que conlleva unas tareas burocráticas que, considera, “enlentece el proceso”. “La necesidad de registrar a cada profesional en el sistema informático antes de vacunarlo supone un retraso innecesario que puede impedir que todos los profesionales sean vacunados en plazos de tiempo razonables. Consideramos necesario, al menos en los centros con mayores plantillas, desvincular el registro informático del acto de la vacunación y reforzar los equipos que la llevan a cabo, en jornadas de mañana y tarde si es preciso, para garantizar que todos los profesionales estén vacunados en el menor plazo de tiempo posible”, reivindica el sanitario. 

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