La Cámara de Cuentas de Andalucía no ha podido aprobar uno de los informes fundamentales que debe publicar cada año esta institución de fiscalización y control de las administraciones públicas, la denominada Cuenta General, que informa del estado de los grandes balances del Gobierno de la Junta. Es la cuenta de 2019, la que abarca el primer año del Gobierno del PP y Ciudadanos. La ausencia de los consejeros de PP, Ciudadanos y Vox ha impedido la celebración de los plenos donde se iba a aprobar este informe.

El presidente de la Cámara de Cuentas, Antonio López, ha remitido a la del Parlamento, Marta Bosquet, tres cartas en las que da cuenta que no puede cumplir con el plazo legal de presentar la Cuenta General de 2019 y el Plan de Actuaciones, en el que se especifica el plan de trabajo de las fiscalizaciones de este año. Este plan fija cuáles deben ser los objetivos de la Cámara de Cuentas, y este año iba a estudiar, por ejemplo, los gastos de varios programas relacionados con la pandemia del Covid. La Cuenta General está acabada, ya que el informe provisional se envió a finales de año para las alegaciones y el Gobierno las cumplimentó el 21 de enero. Sólo falta, por tanto, que se reúna el pleno de la Cámara y dé el visto bueno.



Pero es esto último lo que no acaba de suceder. Antonio López, que fue nombrado a propuesta del PSOE, ha convocado esta semana hasta tres plenos, el último este mismo viernes. Pero ninguno de los consejeros de PP, Vox y Ciudadanos, que ahora suman cuatro personas, han asistido. La razón que han dado a la institución es que López ha caducado su mandato, aunque fue nombrado, por última vez, en septiembre de 2019 y los tres años de vigencia deben cumplirse. Con ello se impide que la Cámara de Cuentas, que ejerce un control económico sobre el Gobierno, sea un calco de las mayorías parlamentarias de cada legislatura.

El secretario general de la Cámara, Manuel Aguilar, un hombre de confianza de Elías Bendodo en Estepona y nombrado tras las elecciones autonómicas, ha emitido un informe en el que sostiene que López no está legitimado para presidir la institución porque su mandato está vencido. No es ésa la opinión de López, que fue reelegido en septiembre de 2019. De hecho, el Parlamento andaluz ha procedido a la renovación de varios consejeros de la Cámara, y por eso se han incorporado uno por Vox, otro por Ciudadanos y uno de los dos que tiene el PP. Miguel Contreras, el nuevo consejero del PP, fue sancionado por la Audiencia Nacional a causa de su paso por el consejo de administración de Cajasur. La Audiencia castigó así las deficiencias en el control de la caja cordobesa.

La nueva mayoría del Parlamento está renovando los órganos que dependen de la institución, como el consejo de administración de Canal Sur, pero en el caso del Defensor del Pueblo y de la Cámara de Cuentas sólo cambian los cargos que agotan sus plazos. El grupo parlamentario socialista no sabía, hasta ahora, que el PP, Ciudadanos y Vox buscase el cese de Antonio López para nombrar a uno de sus consejeros.

López fue propuesto en su día por el PSOE, pero durante sus mandatos la Cámara de Cuentas ha emitido informes muy duros con algunas materias de los gobiernos socialistas, como el de la Fundación Andaluza de Formación y Empleo (Faffe), cursos de formación EREs. Hasta ahora, se había logrado mantener al margen a la Cámara de la lucha partidista del Parlamento.

En el caso de que los consejeros de PP, Ciudadanos y Vox mantengan esta actitud, la Cámara de Cuentas quedaría paralizada y no podría ejercer sus funciones de control. Es eso lo que López subraya en las cartas que ha enviado a la presidenta del Parlamento.

  

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