Nos encontramos ya en la recta final de la Bienal Internacional de Cine Científico de Ronda. Una recta final que será larga, ya que durará hasta el próximo 13 de marzo, día en que tendrá lugar el Acto de Premiación Final, de forma telemática, desde México, debido a la situación epidemiológica que estamos sufriendo. Y en esta XXX Edición del Certamen, nuestra ciudad participa en el mismo, por primera vez en su ya larga historia, con una obra creada en nuestra Serranía, por y para los serranos (en principio), pero con vocación universal, como se ha puesto de manifiesto al ser seleccionada como finalista (con otras 35 más), de entre los 181 documentales presentados a concurso en su fase inicial.

En los más de 40 años de historia de este Festival Internacional de Cine Científico de Ronda (anual en sus principios), creado por la antigua Caja de Ahorros de Ronda allá por el año 1977, organizado posteriormente por la Asociación Española de Cine e Imagen Científicos (ASECIC), en formato bianual, con el apoyo de Unicaja; es la primera vez que, la ciudad que le vio nacer, participa en el mismo con un documental propio.

Su título es Mohea 

Este documental, de título Mohea, es un cortometraje que conjuga en unos 20 minutos de duración los diversos aspectos de una naturaleza de bosque de singulares quejigos, alcornoques, encinar y dehesa, en complicado equilibrio para mantener su exuberante biodiversidad, ante los ataques del imparable progreso humano, al tiempo que, de forma incongruente, también sufre, el abandono del mismo.

El documental científico que representa a Ronda en su propia Bienal.
El documental científico que representa a Ronda en su propia Bienal.

El film está codirigido por Arturo Triviño Muñoz y Alejandro Guerrero Jiménez, y creado por «La Chumbera Producciones». Siendo su principal protagonista Diego Barragán (más conocido por «El Carbonero del Barrio»), de 87 años de edad (ya fallecido). Pero también Francisco (tío de Alejandro), que contaba entonces con 80 años, y Miguel «El Pantano», con 95 (también fallecido).

En definitiva, todo rondeño: desde el escenario, hasta el apuntador. Y no sería nada malo (ni extraño) que, por una vez, y sin que sirva de precedente, también quedara en casa, si no el gran premio Unicaja de la Final, el segundo o tercer premio o algún galardón especial. Nuestro granito de arena ya hemos puesto algún que otro miembro del Jurado Internacional de la Bienal, en su preselección, para que ahora, otros jueces más cualificados la eleven al pódium final, si así lo consideran.

Reproducimos aquí la sinopsis que para el citado documental ofrece el Catalogo de Obras Finalistas de la XXX BICC 20202, publicado por la ASECIC:

«De la íntima relación de las poblaciones rurales con su entorno, nacieron culturas genuinas de un lugar; saberes y paisajes que actualmente se encuentran en peligro de extinción. ‘Mohea’ rescata el testimonio de diferentes generaciones, unidas por poner en valor estos conocimientos, frente a los peligros que acechan al monte, como la burocracia excesiva o los incendios».

¿Y qué significa Mohea?

Pero… ¿Qué es Mohea? Y no nos referimos ahora a la película en sí, que ya sabemos de qué trata, sino al significado de su título.

Pues, la verdad es nos resultaba un poco raro, y hasta misterioso, el mismo, a los que tuvimos la suerte y el privilegio de verla (y calificarla), después de haber quedado gratamente sorprendidos, al darnos cuenta que se trataba de un film rondeño, aparte de su calidad indiscutible y apropiado del tema que trata. E interesándonos por el significado del mismo, preguntamos a conocedores del monte, y resulta que nos informaron de que una «mohea» es «una parcela o dehesa de boscosidad variada, pero exuberantemente poblada, con visos de llegar a un buen desarrollo». Más, tirando del hilo, resulta que «mohea» es un extremeñismo, o habla extremeña (igual que en Andalucía decimos morao, y no morado); y mohea es el apócope de «moheda» (según el diccionario de la RAE «Monte alto con maleza abundante y vegetación espesa»), término derivado del árabe Procede del árabe «mogueida», que significa “monte alto con jarales y maleza” o, genéricamente: «abundancia», «exuberancia».

Precioso fotograma del documental Mohea,
Precioso fotograma del documental Mohea,

Y aún más; surgieron de tal investigación, en Ineternet, varias poblaciones o aldeas con este nombre: Mohedas (Cáceres), Mohedas de la Jara (Toledo) y Las Mohedas (Albacete). Y sus habitantes, claro, son mohedanos y mohedanas. Y de este gentilicio, el idéntico apellido (también Mohedano).

Además, ya de paso, nos encontramos con el poemario titulado «Moheda», del poeta granadino Rafael Guillén (tal vez titulado así por su autor al conjugar en él el contraste entre la plenitud y excesos de la juventud y el decrépito de la vejez humanas.

Todo un deleite llegar a estos resultados, sin saberlos a priori.

Participación pública en la bienal

Pero ahora viene lo definitivo, y lo mejor, de la recta final de esta XXX Bienal de Cine Científico de Ronda-Arriate, Madrid, México, Argentina, Ecuador (la familia aumenta). Y es que las 35 películas finalistas (incluida «Mohea»), podrán ser visualizado por el público en general y decidir, cada uno de nosotros, cuál considera merecedora de ser galardonada.

Para ello, no tienen más que entrar en la web de ASECIC, y en Salas de Proyecciones Virtuales buscar la Sala Nº 8, de asociación Astronómica Serranía de Ronda (conjuntamente con los Ayuntamientos de Ronda y Arriate. Ahí encontrará relacionadas las 35 obras finalistas (de 10 en 10, clicando al final «Siguiente». Por cada una de las que quiera ver, tendrá que rellenar y enviar un pequeño formulario con nombre y apellidos, profesión o cargo y correo electrónico (al que se le hará llegar la correspondiente clave de acceso). Luego, además de verlas, podrá indicar (también de forma telemática, cuál a su criterio, debería ser la ganadora del certamen.

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