Las infecciones por Sida en Andalucía descendieron algo más del 17% durante el año 2019, aunque la tendencia no ha sido homogénea en todas las provincias, siendo Málaga, Huelva, Almería y Sevilla las que han experimentado los mayores descensos de nuevos casos de VIH.

Así, los casos de VIH en Andalucía se mantienen en porcentajes similares a la media nacional, concretamente los 611 detectados en 2018 han bajado a 504 casos el pasado año, lo que supone una tasa de incidencia de 5,9 casos por 100.000 habitantes. 



La incidencia del VIH la ha dado a conocer la viceconsejera de Salud y Familias, Catalina García, durante la rueda de prensa convocada por la Consejería de Salud y Familias con motivo del Día Mundial de Lucha contra el Sida 2020, en la que también han participado el director general de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, José María de Torres, y el director del Plan Andaluz Frente al VIH sida y otras Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), Javier de la Torre.

También han presentado el estudio VIHsualiza, una auditoria externa cuyo objetivo es conocer en profundidad el abordaje de la infección por el VIH en Andalucía como base para identificar buenas prácticas y posibles áreas de mejora.

En la evolución de los últimos años, se constata un progresivo descenso del número de nuevos casos de VIH, pasando de los 757 en 2015 a los actuales 504 en 2019 (la tasa de incidencia global ha bajado desde 9,0 en 2015 a 5,9 casos por 100.000 habitantes en 2019, descenso observado fundamentalmente entre los hombres).

El 83% de las nuevas infecciones se produjo en hombres y el 16% en mujeres, y la categoría de transmisión más frecuente fue la de hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (57%), seguida de la heterosexual (25%) y de las personas que se inyectan drogas por vía intravenosa (1,5%).

Un 31% de las nuevas infecciones se diagnosticaron en jóvenes menores de 30 años, por lo que desde el Plan Andaluz frente al VIH/Sida y otras ITS se insiste en la necesidad de continuar avanzando en materia de prevención, especialmente entre la población joven.

Diagnóstico tardío

El 46,9% de las nuevas infecciones por el VIH de 2019 cumplieron la definición de diagnóstico tardío, un porcentaje inferior al de España (47,6%, en datos de 2018) y de la Unión Europea (49%, en datos de 2018).

El diagnóstico tardío fue mayor entre las mujeres (54%) que en los hombres (45%) e igualmente más elevado entre las personas heterosexuales (61 %) que en personas homosexuales (41%) y en mayores de 50 años (53%).

Tal y como subrayan los responsables del Plan, el retraso diagnóstico es un serio problema de la infección por el VIH debido a su elevada frecuencia, tanto a nivel mundial como en nuestro entorno, y a las graves consecuencias médicas que ocasiona, ya que las personas con infección por el VIH que se diagnostican tardíamente, al no acceder al tratamiento antirretroviral, presentan una mayor incidencia de numerosas enfermedades, lo que provoca que su mortalidad sea muy superior a la de las personas que acceden al tratamiento antirretroviral de forma más temprana.

Además, los diagnósticos tardíos tienen influencia directa con la transmisión del VIH, ya que las personas que desconocen estar infectadas (se estima que un 13% de las personas infectadas en España no saben que lo están), al tomar menos precauciones y no tener controlada la infección, transmiten el virus con mayor facilidad.

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