El periodo de frío está encima y hay inquietud por esta primera temporada en la que coincidirán gripe, resfriados y coronavirus. El temor al colapso del sistema sanitario pende como una espada de Damocles sobre ciudadanos, políticos, gestores y profesionales de los centros sanitarios.

Diferentes opiniones apuntan a que los hospitales llegan mejor preparados a esta encrucijada que los centros de salud. Por dos razones: porque el déficit de inversiones en atención primaria es histórico y porque, tras la pandemia, se han impulsado más mejoras a nivel hospitalario.



Más allá de las infraestructuras, en ambos ámbitos asistenciales hay preocupación por los recursos humanos: que haya profesionales suficientes para afrontar la incierta evolución del coronavirus y para sustituir a los que vayan cayendo contagiados o aislados en la lucha contra el Covid.

“Ahora mismo la atención primaria no está preparada” para la coincidencia de los procesos gripales y el coronavirus, cree Carmen Uceda, presidenta de ¡Basta Ya!, colectivo que agrupa a profesionales de atención primaria. “Hay que darle un vuelco y ya”, reclama. Urge a una “alianza” entre ciudadanos, políticos y profesionales para afrontar la pandemia. Los primeros –dice– deben poner responsabilidad, los segundos inversiones y los terceros su esfuerzo cotidiano.

El presidente del Sindicato Médico, Antonio Martín, también denuncia el déficit de la atención primaria:“Sufre un atraso histórico que no se puede resolver de un plumazo; las inversiones se han volcado con los hospitales”. Y a continuación pone el dedo en la otra llaga del sistema sanitario: la falta de sanitarios para contratar. “Porque han huido en busca de mejores condiciones laborales”, reitera.

Contrarreloj y forzados por la pandemia se han acometido, eso sí, proyectos tan necesarios como postergados. El más importante, la ampliación de la UCI del Hospital Clínico; que de 18 camas pasará a 36. La obra se acabará hacia fin de año. El objetivo es que no se repita la crítica situación de la pasada primavera cuando los profesionales tenían que improvisar espacios para Cuidados Intensivos que se iban quedando pequeños de inmediato por la explosión de casos de Covid.

El hospital también ha sacado la sala de espera de familiares de las Urgencias a la zona ajardinada para, en su sitio, crear un circuito específico para la atención urgente de pacientes con sospechas de Covid u otras patologías infectocontagiosas. La mejora también entrará en funcionamiento hacia finales de año. Además, el Clínico mantiene abierta al completo la hospitalización del Valle del Guadalhorce –que dispone de 50 camas– para descargar al hospital de Teatinos. Y por último, continúa con su Maternidad trasladada al Materno para dedicar la tercera planta en la que estaba al ingreso de pacientes con coronavirus. Decisión ésta criticada por profesionales del Clínico que demandan volver a su hospital.

El Regional también se ha transformado por la pandemia. Mantiene más de media docena de áreas fuera de su sitio para hacer los cambios que impone el Covid. El último, ha sido el traslado de Geriatría y Cuidados Paliativos del Civil al Materno para usar el espacio que tenía en aquel hospital a apoyar a la Unidad de Residencias. Antes de la pandemia ya tenía en marcha la tan esperada reforma de Urgencias. El Covid ha acelerado el proyecto que previsiblemente estará acabado para final de año. Lo que ya está en funcionamiento es un área específica en el pabellón nuevo (el B) para la atención urgente de personas con sospechas de Covid o de enfermedades infectocontagiosas a fin de que no se mezclen con las otras urgencias que se asisten en el pabellón viejo (el A).

Esta semana también se ha puesto en marcha la Unidad de Cuidados Respiratorios Intermedios, un dispositivo que suma siete camas y que es un recurso a mitad de camino entre la UCI y la hospitalización. La Junta además ha aprobado una partida de 990.000 euros para una obra que, asegura, “permitirá duplicar” las 40 camas de Cuidados Intensivos; un anuncio que algunos profesionales tachan de “exagerado” y creen que se quedará en menos. Del Regional también depende el hospital auxiliar de Carranque, dotado con 165 camas, 10 de UCIy ampliable a más. Listo para abrir si los hospitales se desbordan.

Además, en un escenario extremo, Salud prevé hasta cinco hospitales de campaña más con 2.500 camas que duplicarían las 2.506 actuales de la sanidad pública. Estarían ubicados en los palacios de ferias de Málaga, Marbella y Torremolinos y en los pabellones deportivos de Vélez y Antequera. “Hay instalaciones de sobra para medicalizar en una semana, como Carranque, que lleva meses terminado y no nos ha hecho falta”, asegura el delegado de Salud, Carlos Bautista.

La delegada de la Junta en Málaga, Patricia Navarro, insiste en que “todo está previsto en los planes de contingencia” por si se desbordaran los hospitales. Pero aclara que con la situación actual es “un escenario que ahora mismo no se contempla”. La Junta se comprometió además a contratar a 1.859 profesionales de todas las categorías para dar respuesta a la próxima demanda invernal.

De momento, la presión asistencial sigue subiendo. Hay cuatro veces más enfermos ingresados en UCI que hace dos meses y en ese periodo se han duplicado los hospitalizados. Los hospitales admiten el progresivo incremento de demanda y ven con preocupación la tendencia al alza de pacientes, pero sostienen que por ahora tienen camas libres. A medida que apriete el frío se verá la capacidad de respuesta del sistema sanitario. La bajada de las temperaturas será la prueba del algodón…

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