El tradicional sorteo de la lotería de Navidad tendrá lugar dentro de 10 días y, aunque hay colas en varias administraciones de personas que sueñan con que les toque el Gordo, la pandemia y las restricciones están afectando duramente a las ventas hasta el punto de que los loteros afirman que se han reducido los ingresos en torno a un 20% respecto a otros años.

“La venta se está resintiendo bastante, yo diría que un 30%, porque la gente sale menos, sobre todo la mayor que es más temerosa por el virus, y hemos podido abrir hasta las seis de la tarde cuando en otras ocasiones hemos permanecido abiertos hasta las diez de la noche”, explica Miguel Ángel Jiménez, administrador de El gato negro.



El palo es importante porque, como indica Jiménez, “las administraciones de lotería vivimos principalmente de esta época, de los sorteos de Navidad y El Niño, y el resto del año solo vamos tirando por lo que si nos cortan esta época vamos mal”. Irene Serralvo, propietaria de la administración Fray Leopoldo, va en la misma línea. “Hay algo de movimiento en la calle por las luces pero las ventas han bajado muchísimo”.

Serralvo detalla un hecho curioso y es que la lotería de Navidad se empieza a vender ya en julio y hay un destacado número de venta de billetes, por ejemplo, en la Feria de Málaga y entre las peñas, un negocio que este año no se ha producido al suspenderse la feria por el coronavirus. “Pero además está el confinamiento, tampoco se ha vendido el volumen de lotería que se vendía en otras ocasiones en bares, restaurantes o las típicas papeletas en los colegios para los viajes fin de curso”, añade esta profesional, que narra que incluso han fallecido por el Covid varias de las personas que le vendían décimos de lotería por los paseos marítimos.

Pese al descenso de ventas y la crisis económica, la dueña del Fray Leopoldo hace hincapié en que “la gente está ilusionada y eso es importante”. También apunta que han vendido menos porque durante estas últimas semanas no se ha podido cambiar de municipio y tienen clientes de Torremolinos, Fuengirola o Álora, entre otras localidades, que no han podido ir a la administración, por lo que puede haber un tirón final con la apertura de la restricción.

“Lo sabremos cuando terminemos, pero sí creo que este año bajaremos las ventas un 10%”, afirma Daniel Cobos, copropietario de la administración Doña Manolita, quien resalta que han disminuido sus tradicionales ventas entre las cofradías y otras entidades por las dificultades de movimiento y de encuentro entre las personas.

Se va menos a la ventanilla, pero ¿qué ocurre en la venta por internet? Cobos resalta que en su sitio web “hemos conseguido multiplicar la venta un 400% y todos los días estamos enviando números o certificados de custodia”. Serralvo afirma que no han notado un especial incremento de ventas a través de la Red mientras que Jiménez no confía en este sistema por los riesgos que entraña los envíos o los depósitos.

Envíos por internet y custodias

Si no se quiere salir de casa se puede comprar también la lotería de Navidad por internet. Suele haber varias opciones. Una de ellas es adquirir el décimo y pedir que le sea enviado físicamente por correo al domicilio. Otra posibilidad es comprarlo y recibir un certificado en el que se asegura que esa persona ha adquirido ese número. La administración se queda el décimo en depósito y si toca lo cobra y posteriormente le da el dinero al agraciado.

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