La investigación por el caso del fallecimiento del bebé de 18 meses que el lunes ingresó cadáver en el Hospital Materno Infantil de Málaga ya ha comenzado a dar sus frutos. La Policía Nacional detuvo a la madre por su presunta relación con la muerte del niño, que presentaba, entre otras lesiones, un golpe en la cabeza y que podrían ser compatibles con un episodio de posibles malos tratos. Los investigadores, no obstante, continúan a la espera de los resultados de la autopsia para conocer la causa exacta del óbito.
La progenitora, según confirmaron fuentes policiales, es una joven de 22 años y nacionalidad española a la que los agentes arrestaron como supuesta autora del asesinato de su hijo, según indicaron desde la Comisaría provincial de Málaga, que por la mañana advirtieron que no se descartaban nuevas detenciones.
El cadáver fue trasladado hasta el Instituto de Medicina Legal (IML), en los bajos de la Ciudad de la Justicia, donde ayer un equipo de forenses comenzó a examinarlo. Pero la complejidad del caso, dado que el pequeño tenía hemofilia –un trastorno hemorrágico hereditario en el que la sangre no se coagula de manera adecuada–, ha obligado a continuar este miércoles con la necropsia.
El cuerpo presenta lesiones en distintas zonas. La investigación sigue abierta hasta determinar con precisión cuál fue el origen del fallecimiento del niño y cómo se produjo.
Fue este lunes por la tarde cuando se activó el protocolo por un posible caso de malos tratos en el Materno. Hasta allí había acudido la madre con el bebé ya cadáver. Según su versión, se encontraba mal. Las alarmas saltaron una vez que los médicos constataron que el pequeño ya había muerto y que tenía lesiones de distinto grado que podrían ser compatibles con un episodio de malos tratos. Ante la sospecha, desde el centro sanitario se dio aviso a la Policía Nacional, que tomó declaración a la progenitora. Tras ello, los agentes procedieron a su detención por su presunta relación con los hechos.