Inés Arrimadas ha resuelto, de momento, la crisis interna desatada en Ciudadanos con la incorporación de varios nombres a la Ejecutiva permanente del partido, el núcleo que adopta las decisiones. Entre éstos figura Juan Marín, vicepresidente de la Junta y coordinador del partido en Andalucía, y el diputado malagueño Guillermo Díaz, que es el portavoz de Sanidad de Ciudadanos y es uno de los referentes de los críticos andaluces.
Las diferencias en Ciudadanos Andalucía no se refieren al cuestionamiento de Inés Arrimadas como líder, sino a los encajes internos en la comunidad. Juan Marín sale reforzado en esta crisis, y del nombramiento de Guillermo Díaz se entiende que Arrimadas ha preferido mantener el equilibrio de las fuerzas. Marta Bosquet y Javier Imbroda seguirán en la dirección ampliada.
Después de una reunión de casi un día entero, Arrimadas ha confirmado que seguirá al frente del partido, aunque dos de sus colaboradores más cercanos, Carlos Cuadrado y José María Espejo, han dimitido como vicesecretario general y adjunto a éste.
La única voz crítica con Inés Arrimadas ha sido la del parlamentario autonómico Fran Carrillo. En las redes ha publicado lo siguiente: “Cuando eres responsable de haberte cargado dos gobiernos, de provocar una crisis institucional absurda, de dilapidar todo lo que se construyó en la tierra que te vio nacer, de haber destruido el mejor proyecto político en años y no dimites, entonces el verdadero problema eres tú”. Posteriormente, Carrillo ha declarado que Ciudadanos necesita caras nuevas, pero con Arrimadas al frente.