El primer sábado tras el encendido del alumbrado también ha estado concurrido en el centro de Málaga. Con pocas o nulas opciones de hacer algo fuera de casa a partir de las 18:00, pasear por las calles para ver y fotografiar las luces de Navidad se ha convertido en un nuevo aliciente frente al aburrimiento. De ahí que cuando cae la noche y cierran los establecimientos, en lugar de la huida masiva, la gente se concentre bajo los coloridos arcos de la calle Larios o dentro del gigantesco árbol de la plaza de la Constitución soñando con una realidad diferente. 

Por admin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *