No puso paños calientes Sergio Pellicer tras el partido contra el Mallorca. Una derrota justa en muchos sentidos y que destapó algunos defectos que le está costando puntos al equipo. En líneas generales el rendimiento está siendo óptimo y los puntos y la clasificación lo refuerzan. Pero tiene que mejorar algunas cuestiones para poder ser más competitivo. Recuperar la fortaleza defensiva y ser eficaz en el balón parado en ambas porterías.
“Fuimos un cero a balón parado”, lamentaba en Son Moix el entrenador del Málaga. Ciertamente, a nivel defensivo, coinciden ambos puntos. No es la primera vez que el conjunto blanquiazul sufre en acciones de estrategia esta temporada, independientemente de que entren o no. Hay descuidos groseros como el de Mejías en el 1-0 del Mallorca, pero sería poco acertado personalizar. Es algo que mejorar a nivel colectivo más allá de acciones individuales, también a revisar.
En Segunda División es asignatura fundamental la pizarra, un caladero de puntos que marca diferencias. “El balón parado es una acción muy importante, no estamos siendo efectivos. Me quedo con la actitud y cómo se comportó el equipo, aunque hay mucho que mejorar. Todos los jugadores que han salido lucharon”, resumía el técnico.
La idea de Pellicer siempre ha sido la de construir un conjunto sólido, incómodo para el rival, que conceda pocas opciones. Así le fue bien en el momento más importante de la pasada temporada, en la que –con un conjunto radicalmente diferente– logró convertirse en el equipo menos goleado de la categoría y Munir se alzó con el Trofeo Zamora.
El Málaga ya ha encajado este año cuatro goles en Vallecas y tres en Mallorca. Impensable hace nada ver al Málaga en marcadores de tantos goles. También es cierto que este curso ya logró mantener el muro intacto cuatro veces de nueve (Castellón, Alcorcón, Las Palmas y Sporting de Gijón), pero ya lleva 11 tantos en contra. El baile de porteros tampoco ha ayudado mucho.
No es que el Málaga sea un equipo fácil de batir viendo la temporada en conjunto y entendiendo sus circunstancias, pero un conjunto que apuesta por una defensa de cinco jugadores y dos mediocentros debe mostrar algo más que actitud. En ciertos momentos ha sido un bloque algo blando.
Regresando al balón parado pero cambiando de portería, el Málaga no ha logrado todavía sacarle partido. Es positivo que el equipo sea capaz de generar goles en jugada y además de formas muy variadas y, hasta el tanto de Chavarría en Mallorca, sin repetir goleador. No es la estrategia algo olvidado en el trabajo semanal, pero sí hay un déficit de eficacia cuando cuenta, que es en los partidos. En el horizonte más cercano, el Espanyol, el líder. Test de nivel.