Falta mucho todavía, incluso décadas, para poder ponerle fecha de inicio a la pandemia del Covid-19, pero si hay fijar una fecha para el inicio de la conmoción provocada por este virus que llegó de China, el 14 de marzo de 2020 es, quizás, la más idónea. Un año después, el SARS-CoV-2 va camino de alcanzar el medio millón de casos en Andalucía, es decir, como si todos los habitantes de la provincia de Huelva se hubieran contagiado. En términos porcentuales, supone en torno al 5,7% de la población de la comunidad cifra que concuerda con el dato de la última oleada del estudio nacional de seroprvalencia, que estimó que el 5,1% de los andaluces tenían anticuerpos del virus a finales de 2020. En estos tres meses el dato ha debido aumentar, ya que han coincidido con el avance de la tercera ola (y su posterior caída), pero la cifra da una idea del impacto de la pandemia en la comunidad.

La coincidencia entre los datos de seroprevalencia y la cifra de contagios registrado revela que, en estos 12 meses, la capacidad de los poderes públicos ha mejorado en algunos parámetros, como la capacidad de detección. Para muestra, el pico de la primera ola en incidencia acumulada, que es minúsculo en comparación con las dos siguientes, ya que no se diagnosticaban la inmensa mayoría de los casos. No ocurrió igual con la curva de los fallecidos diarios, que en la pasada primavera escaló sin control hasta que el encierro decretado el 14 de marzo dejó notar sus efectos.



No obstante, la mejora en el combate de la pandemia no es igual en todas las batallas que obliga a tener el SARS-CoV-2. La muestra es que el pico de muertes se alcanzó a mediados de febrero, con 127 decesos en una sola jornada y que febrero de 2021 ha sido el mes más mortífero de la pandemia. Como informó hace unas semanas Miguel Lasida, en sólo 11 de febrero días fallecieron 1.000 personas con Covid en Andalucía, es decir, el 10% de los decesos un año se han registrado en menos de dos semanas.

Doce meses de pandemia son más que suficientes para familiarizarse con las curvas que han servido para explicar la evolución de este virus y sus efectos, pero desde finales de 2020 hay una línea que no deja de crecer y dará la vuelta a la situación conforme lo siga haciendo. El 28 de diciembre, Día de los Inocentes, los ancianos de una residencia granadina estrenaron la vacuna de Pfizer. Desde entonces 724.939 han recibido al menos una dosis de los tres fármacos disponibles en la comunidad para evitar el Covid-19. Es como si toda la ciudad de Sevilla, la más poblada de Andalucía, hubiera recibido uno de esos pinchazos.

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