José Arcadio D. N., conocido como el Melillero, utilizó la infraestructura de la organización criminal que él lideraba para cometer el ataque con ácido contra su ex novia y otra mujer en Cártama (Málaga) y posteriormente ocultarse. Ésta es una de las conclusiones a las que han llegado los investigadores de la Guardia Civil tras dos meses de indagaciones y destacan que el grupo liderado por el Melillero se dedicaba, entre otros delitos, a robar droga a otras organizaciones criminales (los denominados vuelcos), según informaron ayer desde el citado cuerpo policial.

En la operación se han detenido a un total de 11 personas, todos los participantes en la agresión con ácido, y a los componentes del grupo criminal, y se han aprehendido 282 kilogramos de hachís, 124 kilogramos de marihuana y 62.000 euros en metálico. De los 11 arrestados, el juez ha decretado prisión para ocho de ellos y se les imputan los delitos de organización criminal y encubrimiento. Además, a los presuntos autores materiales se les imputan dos delitos de asesinato en grado de tentativa, uno de ellos en el marco de violencia de género.



La Guardia Civil comenzó la investigación contra esta organización en noviembre del 2020 cuando detectaron unos movimientos extraños en torno a un camión cisterna que circulaba por la AP-7 y comprobaron que intentaban asaltarlo en plena autovía. Al verse sorprendidos por los agentes, éstos se vieron obligados a abortar la maniobra y a fuagrse, y los agentes comprobaron que la cisterna contenía en su interior 282,5 kilos de hachís y 124 de marihuana, por lo que se detuvo al conductor.

Después de este hecho se inició una investigación, denominada operación Dubrovnik, ya que, al parecer, esta localidad croata era el destino final de la droga intervenida. Los agentes detectaron que las personas que iban a realizar el vuelco formaban parte de un grupo criminal asentado en las localidades malagueñas de Mijas y Fuengirola. Fue el 12 de enero cuando se produjo el ataque con ácido sulfúrico a las dos jóvenes en Cártama y se inició la operación denominada Tindra. Los agentes que se ocuparon del caso descubrieron que un día antes de los hechos el Melillero se había acercado al vehículo de su ex novia, sin que la joven bajase la ventanilla, por lo que se fue del lugar.

El día del ataque con ácido, las jóvenes sí llevaban la ventanilla abierta y la persona que acompañaba al Melillero, posteriormente identificado como el Poti, arrojó supuestamente un bote de ácido sulfúrico en el interior del vehículo. Desde el primer momento y por las declaraciones de los testigos, se identificó a los presuntos autores como el Melillero y el Poti.

Los investigadores comprobaron que ambos estaban relacionados con las personas incluidas en la operación Dubrovnik y, después de una inspección a los vehículos de las víctimas, se detectó que tenían instalados unos dispositivos electrónicos de geolocalización. Además los agentes comprobaron que los hábitos de los miembros de la organización había cambiado y sospecharon que podían utilizar sus embarcaciones para intentar escapar del país.

La misma noche que se detuvo al Melillero el pasado enero, se procedió a la detención de los miembros de la operación Dubrovnik y se realizaron cuatro registros domiciliarios. Después de practicarse estas detenciones, las pesquisas se centraron en el arresto del otro presunto autor del ataque del ácido, el conocido Poti, que cuenta con antecedentes y que había pasado varios años en la cárcel por otros hechos anteriores. Según las pesquisas de la Guardia Civil, había amputado la mano a otra persona en Fuengirola y estaba pendiente de ser detenido para poder ser puesta a disposición de la autoridad judicial. Al verse perseguido por los guardias civiles, este individuo se ocultó y prácticamente desapareció, pero fue localizado y arrestado el 10 de marzo en un inmueble de Las Lagunas, en Mijas.

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