Con angustia y una creciente preocupación. Así están viviendo los enfermos crónicos sevillanos el proceso de vacunación frente al Covid-19 ante el desconocimiento sobre cuándo será su turno dada su especial vulnerabilidad. El tiempo apremia y urgen a las autoridades sanitarias “no ser invisibles en el plan de inmunización”. Son pacientes oncológicos, diabéticos, hipertensos, cardiópatas, personas con insuficiencia renal, con problemas respiratorios y una larga lista de afectados por patologías incurables, cuya inmunización consideran “fundamental” para “volver a retomar en gran medida los controles de seguimiento hospitalario”.

Desde la Asociación Andaluza de Fibrosis Quística, su presidenta Auxiliadora Domínguez, destaca la “inquietud” entre los afectados por esta patología que conlleva la degeneración de los sistemas respiratorio y digestivo principalmente y por ello considera “prioritaria” la vacunación del colectivo. “Seguimos teniendo la incertidumbre sobre cuándo va a ser esa fecha, si se nos va atener en cuenta y que se cumpla el plan y seamos prioritarios por ser personas de alto riesgo”, destaca.



Los afectados apuntan, además del riesgo de contagio, a la reducción de la atención presencial

Domínguez apunta el peligro añadido del virus para los pacientes de fibrosis quística ya que, dada su vulnerabilidad, asegura que las medidas de protección frente al Covid “han mermado la vigilancia activa” de los afectados a través de las consultas periódicas presenciales, la frecuencia y el acceso a las espirometrías para evaluar el estado pulmonar o el seguimiento respiratorio, nutricional, endocrino o digestivo de los mismos, señala, a pesar de que, las fuentes sanitarias consultadas, aseguran que las unidades de seguimiento hospitalario fueron adaptadas para garantizar la atención durante la pandemia.

“Nuestra inquietud ante esta situación es máxima ya que, aparte de los riesgos por un posible contagio, las visitas presenciales se están reduciendo a empeoramientos evidentes y dejando en un segundo plano los dos pilares que han contribuido a una mayor supervivencia en fibrosis quística, como son la vigilancia activa y la anticipación a las exacerbaciones, además de la suspensión de los programas de apoyo presenciales de fisioterapia respiratoria y ejercicio físico dirigido”, explica.

Por todo ello, el colectivo, que reúne en torno a 400 andaluces mayores de 16 años y muchos más menores, se ha dirigido directamente al consejero de Salud, Jesús Aguirre, a través de una carta de la que no han obtenido respuesta. En ella reclaman conocer la fecha prevista para la vacunación; que se valore la inclusión de los convivientes con personas con fibrosis quística en el mismo grupo de vacunación que los propios afectados ya que más de la mitad son menores de 16 años, y hoy en día no podrán recibir la vacuna; y, que se permita que los médicos especialistas valoren, en casos de mayor riesgo, adelantar dicha vacunación con el fin de evitar o reducir esas complicaciones futuras derivadas de un posible contagio, así como la autorización a las unidades de fibrosis quística en los diferentes hospitales a poder realizar la inmunización para evitar que el colectivo entre en contacto con otros grupos que pueden generar problemas de infecciones cruzadas de bacterias.

“La vacunación de nuestro colectivo ayudará a poder volver a retomar en gran medida los controles de seguimiento hospitalario y reactivar la presencialidad en los sistemas de apoyo en el tratamiento de una enfermedad tan compleja como la fibrosis quística”, concluye.

El presidente de la Asociación de Lucha contra las Enfermedades Renales en Sevilla (Alcer Giralda), Pablo Beca, pide tranquilidad a los afectados por estas patologías, al tiempo que exige “prioridad” dentro del colectivo a los enfermos con mayor riesgo. “Los médicos nos confirman que nos van a vacunar, que no hay incompatibilidades como se ha llegado a decir estos días, pero lo que no sabemos es el tipo de vacunas que se nos va a poner ni cuándo”, señala. En esta línea, reivindica la “agilización” de la vacunación de los afectados en procesos de diálisis y aquellos en lista de espera de trasplantes. “No se comprende que se haya vacunado al personal de estos centros y se haya dejado atrás a los propios enfermos. No quiero criticar el plan de vacunación, pero me llama la atención la prioridad de colectivos como los profesores, por ejemplo, entre los que habrá personas jóvenes que quizás podrían ir por detrás de los enfermos crónicos de riesgo”, manifiesta.

Aseguran haber solicitado información mediante cartas a las autoridades sanitarias sin respuestas

A esta reivindicación se une José Antonio Castillo como presidente de la Asociación Andaluza de Trasplantados Hepáticos. “Estamos muy desconcertados porque, como personas de riesgo, creemos que nos tenían que haber vacunado ya al estar inmunodeprimidos”. Explica que tanto la Federación Española de Trasplantados Hepáticos como los propios médicos que los atienden han solicitado al Ministerio de Sanidad mediante escritos la prioridad de este colectivo, pero sin obtener respuestas. “A la asociación me llaman todos los días personas trasplantadas que están deseando poder vacunarse y que están muy preocupadas por no tener esa información sobre el cuándo nos va a tocar”, subraya.

Castillo apunta, además, a las “desigualdades” entre comunidades ya que asegura que en Cataluña ya habrían empezado esta misma semana la inmunización del colectivo de trasplantados hepáticos, según señala, “en los propios hospitales”.

En representación de otros colectivos de alto riesgo frente al Covid, la presidenta de la Asociación Diabetes Sevilla (ANADIS), Ana Álvarez, coincide con el resto de los portavoces consultados. “Pensamos que al ser enfermos crónicos y que, además, desde principios de la pandemia se nos ha considerado, sobre todo, a los diabéticos tipo 2, personas de riesgo, debería existir un apartado de prioridad en las estrategias de vacunación para las personas con enfermedades crónicas”, manifiesta. Al igual que otras asociaciones de pacientes crónicos, también desde este colectivo se le han enviado escritos a las administraciones sanitarias españolas para conocer los plazos del proceso de vacunación a las que, asegura, se les ha contestado señalando a los “plazos por factores de edad”. “Claramente no se contempla la cronicidad”, sentencia.

Por otro lado, Eduardo Morales pone voz a los enfermos cardiópatas desde la Asociación Corazón y Vida en Sevilla. Como el resto de colectivos de pacientes crónicos, asegura no haber recibido “ninguna comunicación” oficial sobre el proceso de inmunización. “Consideramos que con tanta vacunación como se está haciendo habría que darle prioridad a los enfermos crónicos entre los que nos encontramos. Pienso que cualquier tipo de cardiopatía debe tener un punto más de riesgo y no comprendo cómo no nos priorizan”, afirma.

También desde la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), su presidente en Sevilla, Jesús Maza, destaca la “inquietud” entre los enfermos oncológicos. Aclara que no existen inconvenientes para que estos pacientes reciban las vacunas en situaciones normales e insta a los casos de inmunodeprimidos u otras complicaciones a la consulta con sus oncólogos “porque cada cuadro debe tener una lectura diferente y concreta”. Sobre los plazos, Maza señala que los enfermos de cáncer están recibiendo las vacunas en función de los planes establecidos hasta el momento, basados por orden de edad o colectivos profesionales de riesgo. “Lo que queremos es transmitir tranquilidad y restar incertidumbre”, afirma.

Por su parte, las autoridades sanitarias andaluzas que coordinan el Plan de Vacunación frente al Covid-19 en la comunidad, afirman que “lo prioritario está siendo la edad”. Como director de ese plan, el doctor David Moreno, señala que “la inmensa mayoría” de las patologías crónicas están en personas de mayores de 60 años y por lo cual serán vacunadas por cumplir esos criterios de edad sin tener en cuenta la cronicidad de su enfermedad.

No obstante, sí anuncia que, aunque está pendiente de definir, será probablemente después del colectivo de personas de entre 70 y 60 años cuando les llegará el turno a los enfermos de alto riesgo de menos de 60, pero advierte que serán personas con “patologías muy seleccionadas y especialmente graves”. “Va a ser un grupo de personas con patologías graves, muchas de ellas crónicas, pero va a ser un grupo muy seleccionado. Por ejemplo no va a haber un grupo por enfermedades tipo hipertensos o diabéticos porque no se considera a día de hoy que esas patologías sean muy sensibles al Covid como para tener que vacunarles a ellos primero. Irá más en la línea de patologías de una gravedad del tipo cáncer con quimioterapia” destaca y añade, “pero son condiciones que se describirán más adelante”.

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