La magnitud de la tercera ola de la pandemia está obligando a los gobiernos de medio mundo a adoptar restricciones más severas. Sólo una semana después de decidir las nuevas políticas tras la tregua navideña, la Junta de Andalucía anunciará hoy las medidas con las que procurará contener la propagación del coronavirus, cuyo índice de contagios, ya desbocado, dobló ayer el registrado hace una semana.

La Administración andaluza, autoridad delegada en materia de Salud Pública desde el decreto del segundo estado de alarma, se debatía ayer entre sellar perimetralmente las provincias o aun ahondar en la demarcación municipal. También cabe que profundice en la limitación de la apertura de los establecimientos comerciales. Según fuentes cercanas a la Consejería de Salud y Familias, los expertos barajan adelantar el cierre de los comercios a las 18:00, tal como ocurre en el sector de la hostelería desde el lunes.



Los contagios están disparados en Andalucía, pero no es el único indicador epidemiológico que da señales de alarma. Si el valor de la incidencia acumulada en los últimos 14 días, que es el parámetro que mide con más precisión el estado de transmisión de la pandemia, registró ayer la cifra de 402,9 –más del doble que los 197,5 registrados el 7 de enero–, la proporción de casos positivos detectados por cada centenar de pruebas efectuadas aumenta conforme el SARS-CoV-2 se va animando a brincar de persona en persona como saltimbanquis.

Estos dos indicadores, aparte del referido a las hospitalizaciones a causa del Covid-19, serán datos incluidos en el informe que reciba hoy el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, de manos de los expertos del comité que asesora al Gobierno andaluz en materia epidémica. El endurecimiento de las restricciones ya vigentes a partir del lunes está cantado.

Antes del anuncio de las políticas que condicionarán a los andaluces durante una semana –será el nuevo periodo de revisión de medidas a lo largo de la actual tercera ola–, Moreno instó a los ciudadanos a salir a la calle lo menos posible, a autoconfinarse en casa, pues “la tercera ola será previsiblemente más dura”, subrayó el presidente andaluz. Y, aunque la Junta ha sugerido al Gobierno central que medite un encierro completo como el practicado la pasada primavera, es de esperar que las nuevas restricciones que sean hoy anunciadas no lleguen a tales extremos.

Las medidas que vaya tomando la Junta en adelante serán adoptadas “poco a poco”, según señaló ayer Moreno, de modo que reste margen de maniobra para la adopción de políticas de contención más estrictas. Lo que sí es claro es que éstas afecten a la movilidad –entre provincias, como mínimo–, a los horarios comerciales –las tiendas cierran en estos instantes a las 20:00– e incluso a los límites de reuniones. El toque de queda no podrá adelantarse de las actuales 22:00.

No desaprovechó Moreno, frente a una “tercera ola que va a ser muy dura y que va a traer mucho sufrimiento”, para exigirle al Gobierno central un plan común para todo el país, dada la emergencia de la situación epidemiológica. “¿Cuál es el plan del Gobierno central?”, preguntó retóricamente el presidente andaluz, quien solicitó al Ejecutivo de Pedro Sánchez que, “si no quiere tomar decisiones”, ceda a las autonomías el control total de las decisiones en “el ámbito de la movilidad”.

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