Volver a la normalidad significa para una parte de la población regresar a los aeropuertos a esperar en cola la hora del embarque. Igual o más que esa parte de la población, el sector turístico está expectante al despegue del negocio, una industria aferrada a territorios como el andaluz que ha sufrido como pocas las restricciones de movilidad y reunión impuestas a causa de la pandemia.

Mientras llega ese nivel de inmunidad comunitaria que debilite la diseminación del coronavirus, algo que irá permitiendo la relajación de las medidas frente al libre circulación, la Junta de Andalucía ha pedido un tipo de salvoconducto viajero para las personas que hayan recibido la pauta completa de vacunación, de modo que pueda reabrirse el turismo en Andalucía. La Comisión Europea, sin embargo, considera prematuro la disposición de certificados inmunitarios para fines distintos a los exclusivamente sanitarios.



El viernes, el vicepresidente de la Junta, Juan Marín, reclamó al Gobierno central que permita a los turistas viajar a Andalucía a las personas que dispongan de un certificado de vacunación. No es la primera vez la mención a estos permisos. El consejero de Presidencia, Elías Bendodo, anunció el 19 de enero la creación de un pasaporte vacunal que, mediante la aplicación en el teléfono móvil, permitiría a sus poseedores la realización de un “viaje o cualquier actividad”.

El Ministerio de Sanidad ha declinado informar sobre este particular, sin embargo, la ministra del área de Turismo, Reyes Maroto, mostró ayer prudencia al respecto y dijo que su departamento está trabajando con las comunidades autónomas con objeto de “reiniciar los viajes con seguridad”, pero añadió que “nunca se habló de salvar la Semana Santa”. El Gobierno citó la adopción de futuros protocolos comunes a todos los países de la Unión Europea.

Consciente del estado de las negociaciones entre los estados miembros, aún en un fase larvaria, Bruselas tampoco contempla aún la expedición de un pasaporte vacunal para la reapertura del turismo. “Es prematuro prever el uso de los certificados para fines distintos de los médicos”, aunque no niega la existencia de un documento “en el futuro” para “otras aplicaciones transfronterizas en la Unión Europea”, informaron desde la Comisión Europea.

La guía comunitaria que establece el uso de los certificados vacunales, con fecha del 27 de enero, señala que su uso se circunscribe a un “propósito médico” exclusivamente. Otros usos, continúa la citada guía, “podrían decidirse por los estados miembros con la reserva de las discusiones científicas, éticas, legales y sociales en curso”.

Las discusiones existen y son de diferente índole. En tanto responsables europeos en bioética sostienen que los pasaportes vacunales afectan a la igualdad de los derechos entre los ciudadanos, los dirigentes de las administraciones de territorios dependientes de la actividad turística, como es el caso de Andalucía, Canarias, Baleares (también Grecia), se han pronunciado partidarios de la obtención de este tipo de salvoconductos.

La Consejería de Salud explicó ayer de la existencia de dos tipos de certificados que notifican de modo oficial de la administración de la pauta completa de la vacuna. Por un lado, los centros de salud dependientes facilitan a quienes lo demanden un documento que informa de la aplicación del fármaco inyectable, igual que sucede con el resto de vacunas. Por otro, matiza la Consejería, está el incluido en la aplicación del teléfono móvil –por medio de un código QR– en el que está trabajándose en estos instantes. Los fines que tendrá este certificado y su modo de empleo, entre otros detalles, serán explicados tan pronto como se “ponga en marcha”.

Sin fecha para la reunión del comité de expertos

A la espera de que las comunidades autónomas y los países de la Unión Europea acuerden la expedición de certificados comunes con fines no médicos –turísticos, por ejemplo–, el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, se pronunció sobre una posible relajación de la movilidad en Andalucía. La postura de la Junta, al menos ayer, es que “de momento no habrá medidas aperturistas”.

Aguirre no concretó una fecha para la reunión del comité de expertos, foro técnico en el que se decide la actualización de las restricciones. En función de la evolución de los indicadores clínicos –el nivel de presión asistencial en los hospitales– y de cómo se desarrollan las nuevas variantes en los próximos “dos o tres días”, la reunión de los expertos puede celebrarse el “final de esta semana o principios de la siguiente”. 

Las medidas referentes a la movilidad entre municipios y la apertura de los establecimiento no esenciales son actualizados de modo automático cuando la incidencia acumulada de nuevos contagios en 14 días se reduce de 500 ó de 1.000.

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