La campaña de vacunación imprimirá una velocidad más en el segundo trimestre. El maná, tal como estaba previsto, está ya aquí y será un caudal creciente en lo venidero. Ésas son las previsiones. Por ahora, en las últimas dos semanas, los centros de almacenamiento ubicados en Granada y Sevilla han acogido el suministro de 284.310 dosis de Pfizer, 56.800 de Moderna y 203.200 de Astrazeneca. Estos fríos números, meros significantes, adquieren el significado exponiendo la proporción de dosis en relación al conjunto hasta la fecha: un 22% de las 1.283.580 dosis totales de Pfizer, un 34% de las 168.000 de Moderna y un 36% de las 564.800 de Astrazeneca en sólo los últimos 14 días.

Hasta aquí lo recibido por el momento. La proyección de vacunas para Andalucía entre abril y junio, que dependerá del efectivo envío de los laboratorios, será de unos seis millones de dosis de los 38 millones comprometidos para España en el segundo trimestre. Esa cifra supone multiplicar notablemente más de tres veces –3,7–, casi cuatro, los 1,6 millones de vacunas acaudaladas hasta el 31 de marzo.



Cambios en el plan de vacunación

Es a partir de este momento cuando la Consejería de Salud ha de activar el sistema de vacunación que irá haciéndose más masiva conforme transcurran las semanas. La Junta de Andalucía sostiene que está lista para armar el plan paulatinamente masivo, algo que también aseguran diversas asociaciones sanitarias. El objetivo, repetido una y otra vez por los dirigentes del Gobierno andaluz, es alcanzar un pico sostenido de medio millón de vacunas a la semana.

A partir de ahora, a tenor de las dosis recibidas y comprometidas, el ritmo puede rondar la administración de entre 200.00 y 250.000 fármacos semanales en Andalucía, un calentamiento para la carrera de larga distancia que está por venir. La campaña de vacunación, además, deberá aplicar las modificaciones introducidas en la última actualización del plan, actualizado el pasado 31 de marzo.

Los cambios más importantes incluidos en esta quinta actualización está referidos a la indicación de Astrazeneca para la población comprendida entre 55 y 65 años –incluidos la de los grupos profesionales esenciales del grupo 6 que habían estado hasta ahora en un limbo–, simultanear la población de mayores de 16 años con patologías de alto riesgo junto a las personas septuagenarias (a ambas poblaciones se les administrará Pfizer, Moderna y Janssen, cuando llegue) y anecdóticas redefiniciones de tres grupos de edad. Sirva como ejemplo el grupo 9, que comprendía antes la cohorte entre 46 y 55 años y que pasa a ser ahora de entre 45 y 55 años.

Patologías de alto riesgo

El cambio más sustancial del nuevo plan andaluz está referido a la definición del grupo 7, que son las personas con patologías de alto riesgo, una población a la que la evidencia atribuye más vulnerabilidad frente al Covid-19 y menor respuesta, en algunos casos, en la protección que proporcionan las vacunas. Este grupo consta de la población con más de 16 años con trasplante de padres hematopoyéticos; trasplante de órgano sólido y lista de espera; neoplasia oncohematológica; cáncer de órgano sólido con quimioterapia citotóxica, cáncer de pulmón en tratamiento; hemodiálisis y diálisis peritoneal; VIH con inmunodepresión grave; inmunodeficiencias primarias y personas con síndrome de Down de 40 años o más.

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