Los dos jóvenes detenidos, uno de ellos menor de edad, por quemar, presuntamente, contenedores junto al edificio de la Equitativa del centro de Málaga el pasado domingo son dos supuestos miembros de la extrema izquierda. Así lo revela la indumentaria que le fue encontrada –un pasamontañas y una bandera de la Unión Soviética- ambos intervenidos la misma noche en que la Policía Local los arrestó.

Eran las 10 de la noche cuando los supuestos autores del incidente, que vestían botas con el símbolo anarquista, fueron interceptados en el paseo del Parque y en el parque infantil después de que intentaran huir a la carrera. Las pesquisas permitieron averiguar que pertenecían a un grupo de izquierda radical. “Iban dispersos pero todos de la misma guisa. Con pasamontañas para evitar que se les viera la cara y en patinete. Provocaban disturbios en distintos puntos de la capital”, relata un testigo de los hechos en declaraciones a este periódico. 



La Policía buscaba ayer a una tercera persona por su presunta relación con el incendio que, supuestamente, provocaron. La investigación apunta a que uno de los implicados vigilaba mientras que los otros dos actuaban. Los agentes les atribuyen otro delito de daños al apedrear un vehículo de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Policía Nacional. Según las pesquisas, uno de ellos rompió el cristal de la puerta delantera derecha del furgón la misma tarde en la plaza de la Constitución. La escena quedó plasmada en una de las cámaras de seguridad que tiene instalada el Ayuntamiento. 

Los bomberos extinguieron el incendio. La previsión era que ayer el Consistorio repusiera los contenedores afectados, dado que uno de ellos había quedado calcinado y otro estaba dañado en una esquina. 

La actuación policial se desarrollaba en la segunda noche consecutiva de altercados protagonizados por grupos violentos. La anterior, cuando también la crispación política se trasladó a las calles por las restricciones con motivo del estado de alarma por la crisis del coronavirus, supuso la detención de un hombre. Los vecinos de la barriada de Huelin vivieron una madrugada de carreras por la vía pública, luces de bengalas, contenedores volcados, quema de basura y ataques a las fuerzas policiales, además de gritos e insultos al Gobierno central. Los disturbios acabaron también con un policía nacional herido, aunque su estado no revestía gravedad. 

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