Las nuevas medidas de cara a las fiestas navideñas no han caído demasiado bien al sector de la hostelería de Andalucía. Tras la reunión de los gobernantes con el comité de expertos sanitarios, se llegó a la conclusión de que lo mejor es una desescalada por fases para así evitar una posible tercera ola tras las aglomeraciones y celebraciones que se producen en Navidad, y en la primera de las fases nada va a cambiar para bares y restaurantes.
El sábado, 12 de diciembre, entra en vigor la primera fase de la desescalada propuesta por el Gobierno. En ella, aún seguirá vigente el horario actual de la hostelería hasta las 18:00. Es decir, hasta el jueves, 17 de diciembre, esta nueva tanda de medidas, entre las que destacan la ampliación hasta las 21:00 del horario comercial o el desplazamiento a otros municipios de la misma provincia, no afectará a la hostelería.
Medidas para la hostelería de Andalucía en Navidad
Los empresarios están en desacuerdo con las nuevas restricciones y se ven aún más desplazados por Juanma Moreno. Por ello, han pedido incluso la dimisión del presidente de la Junta de Andalucía, al mismo tiempo que han roto relaciones con el Ejecutivo y recriminan la poca ayuda que han recibido durante todos los meses que está durante esta pandemia.
Entre protestas y conflictos, la realidad es la que manda y los bares y restaurantes de la comunidad autónoma tendrán unas medidas ya definidas y que estarán implantadas del 18 de diciembre y hasta el 10 de enero. Entre las medidas están:
- Podrán permanecer abiertos desde las 07:00, cuando acaba el toque de queda, hasta las 18:00. En este momento, deberán cerrar para después poder abrir de nuevo de 20:00 a 22:30.
- El aforo debe ser del 30 por ciento en interior local y 75 por ciento en espacios abiertos como las terrazas.
- Queda prohibido el consumo en barra.
- Las mesas o reuniones podrán ser como máximo de 6 personas.
- El servicio buffet debe quedar eliminado.
El sector hostelero sigue luchando tras conocer las nuevas restricciones y ha pedido encarecidamente que se les deje abrir en ese intervalo de tiempo que se ha propuesto para acabar, entre otras cosas, con las horas que las personas utilizan para consumir bebidas alcohólicas y donde más contacto se produce entre ellas.