–Hace unas semanas conocíamos la crítica de un organismo municipal, el OMAU, sobre lo que considera una “patológica dependencia” de la economía de Málaga del turismo. ¿Usted coincide con esa valoración?

–El turismo es un sector esencial para nuestro entorno, claramente afectado ahora por la pandemia. Es verdad que hay que diversificar, pero creo que Málaga tiene otros sectores, como el tecnológico, que son interesantes. No se deben poner siempre todos los mimbres en una misma cesta, pero entiendo que el sector turístico ha dado muchos beneficios a Málaga y puede seguir dándolos. Sí es verdad que hay reflexionar sobre el tipo de turismo que queremos. Tiene que haber una planificación turística correcta. Estamos en un momento en que hay que tomar medidas a corto plazo, porque hay que defender a las empresas y el empleo, pero es el momento también de replantearse a medio plazo el tipo de turismo y sus características.



–¿Entiende que esa labor de reflexión se está haciendo?

–Nosotros en la facultad tenemos un instituto de investigación que ha elaborado un informe, una especie de agenda sobre lo que se tendría que hacer a corto, medio y largo plazo. Actualmente, motivado por la premura de los acontecimientos de la pandemia, sólo se está trabajando con medidas a corto plazo y entiendo que es necesario afrontar una reflexión sobre las medidas a medio y largo. No estoy de acuerdo en que haya una dependencia patológica del turismo, pero sí en que hay que planificar sobre el tipo de turismo, el perfil… Muchas veces se ha dado prioridad a la cantidad en lugar de a la calidad. Otra cosa que nos planteamos en la facultad son los modelos de comercialización. Hay que aprovechar para invertir el sistema de comercialización y distribución turística, de manera que sean nuestras empresas las que tengan capacidad de hacerlo sin depender de terceros. Eso es lo que hace que el turismo tenga un desarrollo local. Hay que analizar y planificar a medio y largo plazo, igual que se hizo hace veinte años y se pensó en Málaga como Ciudad Genial. Es algo en lo que deberían ponerse a trabajar.

–¿Y eso no se está haciendo?

–Lo mismo lo han creado y no lo conozco, porque a la Universidad no se le ha dicho, pero hace falta una mesa de reflexión para planificar y en ella deberían estar la gobernanza, las empresas y la Universidad.

“No estoy de acuerdo en que haya una dependencia patológica, pero sí en que hay que planificar”

–Porque el foro del turismo no hace eso…

–El foro lo que hace es trabajar más en temas a corto plazo.

–¿A qué perfil de turismo tiene que aspirar la capital?

–En eso hay que trabajar. Porque se apostó en su momento por un turismo cultural, pero eso debería implicar una apuesta por los establecimientos destinados a ese turismo. No podemos dar libertad completa al mercado para que ponga lo que quiera, habrá que planificar para que estén relacionados con lo que quiere la ciudadanía y con el tipo de turista que quieres. Igual que en su día se actuó para evitar que hubiese tantos bancos en la calle Larios, hay que planificar todo el territorio turístico. Eso hará que el turismo que venga sea diferente. A lo mejor eso implica la pérdida de un turismo de despedidas de soltero…

–Una de las acciones que sí se activó fue la creación de rutas turísticas en la ciudad para descongestionar el Centro.

–Claro. Lo mismo que hay pensar el modo en que se llega al Museo Ruso, por ejemplo; qué elementos hay que poner alrededor de ese espacio… Y que cualquiera que ponga un local esté en línea de lo que se planifica. En eso creo que habría que insistir un poco más. Ahora es la oportunidad.

–Desde el OMAU subrayaban que la pérdida de turistas ha multiplicado la crisis en el sector de la hostelería.

–Estoy de acuerdo. A lo mejor habría que pensar en tener menos establecimientos hosteleros y más vecinos. Eso es lo que habría que repensar y estructurar. Es cierto que dependemos bastante del turismo pero eso no significa que sea malo. Hay cosas que son palpables, como que una no planificación del Centro ha hecho que no haya tantos vecinos y al no haberlos cuando ha venido la pandemia el Centro está vacío. Hay que reflexionar sobre si realmente las calles tienen que estar llenas de establecimientos hosteleros. La pandemia lo que ha hecho es pararnos, es una desgracia, pero ya que nos ha parado la oportunidad es aprovechar este punto cero, pensar en que los restauradores tengan productos relacionados con la ciudad, hacer otro tipo de oferta que no sea el bar del turista. Sobre eso es sobre lo que hay que reflexionar.

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