El Parlamento reordenó el pasado miércoles los fondos que reparte entre los grupos políticos tras la ruptura de Adelante Andalucía, que ahora tiene ocho diputados tras la expulsión de Teresa Rodríguez y ocho de sus diputados afines. La implosión de las fuerzas a la izquierda del PSOE provocó un temblor en la Cámara que ha redundado en la reorganización de los citados fondos, pero también de los cupos de iniciativas en el legislativo. El grupo parlamentario que ahora dirige Inmaculada Nieto es ahora el más pequeño del Parlamento, con todo lo que eso conlleva, pero la coalición de izquierdas –formada por IU y Podemos– ha reclamado una reconsideración de este reparto que, entienden, les perjudica.

La nueva fórmula aprobada por la Mesa de la Cámara el pasado miércoles, 3 de febrero, tiene en cuenta el número de diputados que tiene cada grupo, por lo que Vox y Adelante se ven perjudicados, ya que han perdido a alguno de sus integrantes en estos dos años de legislatura. Vox pasó de 12 a 11 diputados tras la expulsión de Luz Belinda Rodríguez, ahora no adscrita y representante de Falange.



Adelante cuenta con ocho escaños, seis de IU y dos electos por Podemos pero afines a Teresa Rodríguez. Esto ha provocado una reducción significativa de los fondos de la coalición de izquierdas, que se publicó ayer en el Boletín Oficial del Parlamento de Andalucía (BOPA) y que, según el escrito firmado por la portavoz, Inmaculada Nieto, “no tiene soporte reglamentario”.

En Adelante aluden al reglamento de la Cámara, que está en proceso de reforma para adaptar el pacto antitransfuguismo, y recuerdan que el reparto de fondos atiende al principio “de suficiencia de medios”, pero no hay mención alguna al número de diputados que, en cada momento, tenga un grupo. Esta correlación entre fondos y número de escaños, apunta Nieto en su escrito, sólo se explicita en el Grupo Mixto, si es que lo hay.

Y la portavoz continua afirmando que “añadir al perjuicio de pérdida de diputados la reducción de medios es gravar el funcionamiento del grupo” y, en última instancia, “los derechos de la ciudadanía a la que representa”. Y a ello habría que sumar “el coste de tener que pagar las indemnizaciones” por las destituciones de los trabajadores de un grupo de 17 diputados, muchos de los cuales ya han sido despedidos, y la deducción de 100.000 euros de lo ya recibido en el último trimestre, de 2020, cuando ya se había producido la expulsión de nueve de los miembros del grupo.

Más allá del actual reglamento, el escrito firmado de Inmaculada Nieto recuerda que está en proceso esa adaptación de las normas del legislativo andaluz al pacto antitransfuguismo. Dicho acuerdo nacional fue el que permitió la expulsión de Teresa Rodríguez y sus afines al ampliar el concepto de tránsfuga. El texto pergeñado en Madrid el pasado otoño también alude al reparto de los fondos y a los derechos políticos de los grupos que sufren un caso de transfuguismo, que en ningún caso, defiende el texto, deben sufrir un perjuicio por esta situación.

“Lo que no está en el reglamento está sujeto a la interpetación. Y estas interpretaciones no están escritas en piedra”, apuntan fuentes de Adelante respeto al acuerdo del reparto de fondos, que es similar al que se aplicó cuando Vox perdió a una diputada. El escrito firmado por Inmaculada Nieto utiliza un argumento similar cuando alude al reparto de los espacios del Parlamento que ha resultado de la expulsión de Rodríguez y sus ocho afines. Tradicionalmente, no se cedía espacio a los no adscritos, pero el alto número de diputados independientes en esta legislatura ha hecho necesario que se les cedan dependencias. “Sería igualmente paradójico que se haya realizado una interpretación laxa del reglamento”, apunta el documento respecto a ese reparto de espacios.

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